lunes, 23 de noviembre de 2009

LA ESCUELA JOSÉ ÁNGEL LLEGÓ A BUENOS AIRES

Daniel Eduardo Raddi


Los que tuvimos que padecer al alcalde de Torreón, José Ángel Pérez Hernández, y su remedo estatal Humberto Moreira Valdés, no olvidaremos jamás las "grandes frases" de estos dos "irrepetibles filósofos" de la política coahuilense.
Pero de los dos, sin duda, los mayores aplausos se los lleva el edil panista, quien logró un récord que pocos imaginaban que pudiera alcanzarse: Ser peor que Mariano López Mercado, lo que abrió el camino a la alternancia en la Perla de la Laguna.
Y por como se están dando las cosas en Buenos Aires, la capital argentina, podría pensarse que Pérez Hernández le vino a dar clases a Mauricio Macri (otro derechoso) en materia de seguridad.
A casi ningún lector le escapa la sentencia "perezhernandista" de que Torreón tendría, como producto de su gestión, "LA MEJOR POLICÍA DEL NORTE DE MÉXICO".
El tema es que Mauricio Macri, quien gobierna una ciudad mucho más importante que Torreón, no quiso ser menos y prometió "LA MEJOR POLICÍA DEL MUNDO". No hay caso, soñar nada cuesta.




Entrando en tema, ya no hace falta mencionar que la Comarca Lagunera se ha convertido en uno de los peores lugares de México para vivir y para invertir. Desde mayo de 2007, la inseguridad en la región creció en forma exponencial y la corrupción de los cuerpos policiales se ha convertido en la moneda cotidiana.
Ahí estuvo Alfredo Castellanos con sus pornofiestas, protegido por José Ángel hasta que el hilo se cortó por lo más fino.
Y todo el desmadre en el que Pérez Hernández y Humberto Moreira convirtieron al tema de la seguridad, con sus impresentables cruces verbales mediante, apelando además a la militarización de la región, en una burda copia de los dictadores más bananeros que supo tener América Latina, parece haberse trasladado a la capital argentina.


Yo quiero ser el Jefe
Mauricio Macri, acaudalado empresario y ex-presidente de uno de los clubes más importante del mundo, como es el caso de Boca Juniors, decidió un día arrojarse a la arena política.
A comienzos de 2003 fundó el partido Compromiso para el Cambio, siendo también designado presidente del mismo y candidato a jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por esa fuerza política, llevando como candidato a vicejefe de gobierno a Horacio Rodríguez Larreta. En primera vuelta obtuvo el 37,55% de los votos, mientras que la fórmula oficialista integrada por el entonces jefe de gobierno Aníbal Ibarra y Jorge Telerman obtuvo el 33,54%. Como para acceder al cargo se necesita la mayoría absoluta de los votos válidamente emitidos, la elección se decidió en una segunda vuelta entre las fórmulas "Macri - Rodríguez Larreta" e "Ibarra - Telerman". La fórmula del entonces jefe de gobierno obtuvo el 53,48% de los votos y la de Mauricio Macri el 46,52%, produciéndose la reelección de Aníbal Ibarra (simpatizante de River Plate). Lo menciono porque así se tomó en ese momento la elección, una final Boca-River.
En 2005 creó junto con Ricardo López Murphy, presidente del partido Recrear para el Crecimiento, la alianza electoral de centroderecha Propuesta Republicana, para la cual el publicista Ernesto Savaglio acuñó el nombre PRO. Se presentó como candidato a Diputado Nacional en el distrito de la Ciudad de Buenos Aires, compitiendo contra Elisa Carrió y el oficialista Rafael Bielsa. En esta elección Macri obtuvo el 33,9% de los votos, mientras que Elisa Carrió obtuvo el 21,9% y Rafael Bielsa el 20,3%. Durante el año 2006 alternó su actividad como diputado en el Congreso Nacional con la presidencia de Boca Juniors. Se le criticó su poca asistencia a las votaciones, a lo que respondió que (el Congreso) "es un sitio en el que no se debaten ideas". Más allá de cuestionarle las ausencias, el tipo no estaba tan equivocado si tomamos como ejemplo los parlamentos argentino y mexicano, respectivamente.
En 2007 Macri aspiraba a ser candidato presidencial en un espacio que compartiría con el gobernador neuquino Jorge Sobisch. Esta idea entraba en conflicto con la alianza celebrada previamente con Ricardo López Murphy quien había decidido presentarse como candidato a presidente y que había denunciado a Sobisch por corrupción presentando una cámara oculta en la que Sobisch ofrecía soborno al diputado radical Jorge Taylor.
Con motivo del asesinato del docente Carlos Fuentealba durante un corte de ruta la imagen de Sobisch resultó muy dañada, y Macri buscó despegarse rápidamente de él. Todo este conjunto de situaciones precipitó su decisión de abstenerse de trabajar en pos de una candidatura nacional, y postularse para Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El 3 de junio de 2007 se celebró la primera vuelta de las elecciones a jefe de gobierno porteño. En ella, la fórmula Mauricio Macri-Gabriela Michetti superó el 45,6% de los votos, seguida por la lista Daniel Filmus-Carlos Heller (23,7%), del Frente para la Victoria. En tercer lugar se ubicaron el entonces jefe de gobierno, Jorge Telerman y su compañero de fórmula Enrique Olivera (20,7%).
Tres semanas más tarde, el 24 de junio, se celebró una segunda vuelta electoral entre las dos fórmulas más votadas y Macri se impuso con un 60,9% de los votos, contra 39,04% de Filmus. Juró junto con su vicejefa Gabriela Michetti, el 9 de diciembre de 2007, asumiendo formalmente un día después. Cabe señalar que el mandato dura cuatro años y existe la posibilidad de una sola reelección inmediata.


Política de (in)seguridad
Luego de algunos meses de negociaciones con el gobierno nacional, acerca del traspaso de parte de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires, no se llegó a un acuerdo y Macri decidió crear una Policía Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, el 17 de marzo de 2008, integrada inicialmente por unos 15.000 agentes. El gobierno anunció que la Policía Metropolitana comenzaría a actuar en el curso de 2008.
A fines de septiembre de 2009 el gobierno informó que el inicio de las actividades de la Policía Metropolitana estaba demorado y que el primer grupo de agentes en entrar en funciones serían unos 40 agentes destinados a controlar a los vendedores ambulantes, y que en 2009 sólo entrarían en funciones unos 250 policías, dedicados principalmente a controlar el tránsito. El Ministro de Seguridad y Justicia, el cuestionadísimo Guillermo Montenegro, informó también que la Policía Metropolitana funcionaría inicialmente con dos comisarías, una para la zona norte y otra para la zona sur.
El 26 de septiembre de 2009 se develó que el gobierno de Macri tenía una deuda de $ 36.000.000 (10 millones de dólares) debido a la falta de pago de las remuneraciones de unos 1700 agentes de policía solicitados por la Ciudad de Buenos Aires al gobierno nacional para custodiar edificios y funcionarios públicos.


Sobre mojado, llovido
Al conflicto arriba señalado se le sumó un escándalo mayor. Se descubrió una red de escuchas, supuestamente autorizadas por dos jueces de la provincia de Misiones, en el extremo norte del territorio argentino, y donde el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, posee grandes extensiones de tierra.
Así las cosas, el 3 de julio próximo pasado Macri designó como primer jefe de la Policía de la Ciudad a Jorge "Fino" Palacios, un ex comisario de la Policía Federal Argentina, que fue dado de baja en 2004 de esa fuerza por las grabaciones que se descubrieron en la que mantenía conversaciones telefónicas con uno de los imputados en el secuestro de Axel Blumberg, hijo de un empresario, sin conocimiento de sus superiores.
Palacios también tiene otros negros antecedentes que aun investiga la Justicia Federal y que lo relacionaron como encubridor del atentado terrorista contra la AMIA de julio de 1994, y los homicidios cometidos por la represión policial en las cercanías de Plaza de Mayo el 20 de diciembre de 2001, cuando renunciara el presidente Fernando de la Rúa.
La referida represión se dio en circunstancias en las que el policía se hizo presente sin órdenes que los justificaran, llegando a ser procesado en la causa.
Para "justificar" su designación al frente de la Policía Metropolitana, que al día de hoy sigue sin estar en operaciones, funcionarios del gobierno de Macri explicaron que Palacios había sido sobreseído en la causa de los homicidios de Plaza de Mayo y el secuestro de Blumberg.
Respecto de su situación en el atentado terrorista contra la AMIA, aclararon que no existía ninguna imputación en la misma, donde sólo había declarado como testigo. En sentido contrario la prensa ha informado que al momento de su designación, el fiscal de la causa AMIA había pedido el procesamiento de Palacios por alertar a los empresarios textiles Kanoore Edul de un inminente allanamiento; a su vez Kanoore Edul es la empresa contratada por el gobierno de Macri para proveer los uniformes de la policía.
Por todo esto, y mucho más, la designación de Palacios fue cuestionada por organizaciones de derechos humanos como la de los familiares del atentado contra la AMIA y las Madres de Plaza de Mayo. A pesar de ello, Macri defendió a Palacios y desestimó las críticas atribuyéndoles una "intencionalidad política".
Palacios mantiene una relación muy cercana a Macri, debido a que jugó un papel muy importante en el secuestro que éste último sufrió en 1991 y también en el que sufriera su hermana, Florencia Macri, en 2003.
Tanto sostén, como el que José Ángel Pérez Hernández hizo de Alfredo Castellanos, estaba destinado al fracaso.
El 25 de agosto de 2009, menos de dos meses después de su designación, Palacios renunció. Poco más de un mes después, el 1 de octubre, fue procesado por encubrir el atentado terrorista contra la AMIA de 1994, donde efectivamente se encontraba imputado.


Y encima llegó Ciro
Además de este escándalo, no menor, por cierto, se le sumó el generado por la contratación de un personaje siniestro, de nombre Ciro James, que se dedicó, según las denuncias de la oposición, a investigar y "pinchar" los teléfonos de importantes dirigentes sociales, familiares del propio Jefe de Gobierno, empresarios y varios legisladores del arco opositor.
Ciro James, cliente del Ministerio de Educación porteño, era hasta hace pocas semanas, el encargado de realizar ciertos actos propios de James Bond. Claro que éste resulto ser del cuarto mundo.
Mientras una gran parte de la sociedad se expresaba en contra de la designación de un apólogo de la dictadura como lo es el “Fino” Palacios (del que hablamos más arriba), este espía PRO se ocupaba de inventarle a Sergio Burstein (titular de la agrupación Familiares y Amigos de Víctimas del atentado a la AMIA), una relación con un prófugo de un asesinato ocurrido en 2005.
Veamos de donde salió el "bueno de Ciro". Fue compañero del "renunciado" Palacios en las Superintendencias de Investigaciones y de Asuntos Internos de la Policía Federal Argentina. Así se entiende que se haya ocupado de tener bien vigilados a los familiares de la AMIA que se manifestaban en contra de Palacios y de tener vigilados a otra cantidad importante de referentes opositores a la gestión PRO, fuerza política que tiene a Macri como su máximo exponente.
James, abogado y policía, fue asesor legal del Ministerio de Educación porteño y, hasta el momento de su caída en desgracia, se ocupó de ciertos asuntos bastante oscuros. Rememorando usanzas de la dictadura militar, fue el encargado de distribuir las circulares entre los rectores de los secundarios pidiendo las tristemente célebres “listas negras” de los estudiantes que tomaban los colegios de capital reclamando por que se entreguen las becas en tiempo y forma y de perseguir a los docentes que pararon pidiendo por mejoras salariales.
Además, acorde con el intento de designación del Fino al frente de la Metropolitana, James iba ser nombrado en esta “nueva” policía porteña. Decimos “nueva” porque es notable que está conformada por lo peor de la Federal (James y Palacios, entre otros), que efectivamente iban a traer más inseguridad.
Gente como James o Palacios son, aunque ya no estén en el cargo, la cara visible de la política represiva que se lleva a cabo en la capital argentina.
El Ministro de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mariano Narodowsky, en vez de preocuparse por garantizar una educación pública de calidad, se ocupó de contratar a lo peor de la policía federal para que se encargue de sacar del camino a los estudiantes que se expresan en contra del ajuste presupuestario que implementa Macri para con todo lo que es público.
Sin embargo, al momento de estas líneas ni Narodowsky ni el Ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, han hecho un "mea culpa" y menos piensan en renunciar. El "Gran Jefe Macri" los avala en todo.
El empresario, devenido en político, ya puede ir armando las maletas para cuando termine su primer período al frente de la Jefatura de Gobierno. Difícilmente pueda aspirar a una reelección de tal característica, aunque para estas horas siga pensando en postularse para Presidente de los argentinos en 2011.
La ciudadanía porteña tiene el voto más independiente que se conozca en cualquier ciudad importante del continente. Y esta factura se la va a cobrar muy cara.
Mientras tanto, los porteños seguimos observando el triste espectáculo de acusaciones cruzadas entre el Gobierno porteño y el Nacional, en especial, con las estupideces que también vocifera Aníbal Fernández, el Jefe de Gabinete del gobierno de Cristina F. de Kirchner.
Está muy claro que José Ángel y Humberto deben haber pasado por la Reina del Plata y dejaron su impronta. ¡Pobre de nosotros!

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